Arritmia Alteraciones en el Ritmo Cardíaco
Conoce las causas, síntomas y cómo tratar los latidos irregulares del corazón.
¿Qué es la Arritmia Carediaca?
Es una afección que provoca que el corazón lata de manera irregular, demasiado rápido (taquicardia) o demasiado lento (bradicardia). Estas alteraciones pueden ser causadas por problemas cardíacos subyacentes, desequilibrios en el cuerpo o el consumo de ciertas sustancias. Algunas arritmias pueden ser inofensivas, mientras que otras requieren tratamiento médico urgente para prevenir complicaciones graves. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar la condición y mejorar la calidad de vida.
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Causas y Síntomas de la
Arritmia Cardiaca
La arritmia es un trastorno en el que los latidos del corazón son irregulares, demasiado rápidos o demasiado lentos. Algunas de las causas más comunes incluyen:
Enfermedades cardíacas previas
Como la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardíaca, que pueden dañar el tejido cardíaco.
Desequilibrios electrolíticos
Niveles anormales de potasio, calcio o sodio pueden alterar la función eléctrica del corazón.
Hipertensión arterial
La presión alta puede engrosar las paredes del corazón y afectar su ritmo.
Factores genéticos
Algunas arritmias pueden heredarse, lo que aumenta el riesgo de presentar esta condición.
Los síntomas de la arritmia pueden variar según el tipo de alteración del ritmo cardíaco, pero los más comunes son:
Palpitaciones
Una sensación de latidos rápidos, fuertes o irregulares.
Mareos o desmayos
Debido a la disminución del flujo sanguíneo al cerebro.
Falta de aire
Dificultad para respirar, especialmente durante el esfuerzo físico.
Dolor en el pecho
Sensación de presión o dolor que puede acompañar los latidos irregulares.
Preguntas frecuentes sobre la arritmia cardíaca
La arritmia se diagnostica mediante un electrocardiograma (ECG), monitoreo Holter, o pruebas de esfuerzo que registran la actividad eléctrica del corazón y detectan irregularidades en el ritmo cardíaco.
Algunas arritmias pueden ser inofensivas, pero otras pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o muerte súbita. Es importante recibir tratamiento y control médico para evitar complicaciones.
El tratamiento puede incluir medicamentos para regular el ritmo cardíaco, cardioversión eléctrica, procedimientos de ablación para eliminar el tejido dañado o, en casos graves, la implantación de un marcapasos o desfibrilador.